domingo, 26 de agosto de 2012

BESOS DE MURCIÉLAGO



Puntuación: ☆☆☆



SINOPSIS:

James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto.

Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.

A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño.


OPINIÓN PERSONAL:

Hacía ya tiempo que tenía ganas de hincarle el diente a esta novela… Y es que en su día, cuando aún estaban vigentes las votaciones para el concurso y nos expusieron 50 páginas de la novela, me quedé intrigadísima con el desarrollo de la relación entre Kelsey y James. 

De verdad, es inimaginable que dos personas tan opuestas como ellos dos pudieran llegar a compartir sentimientos que no se basaran en el odio… Pero una vez más, somos testigos de que el amor no sigue patrones establecidos, y que los sentimientos pueden ser el mejor puente para salvar abismos.

Lo cierto es que me he reído MUCHÍSIMO con este libro. Y que me hagan divertirme tanto durante la lectura de un libro es una sensación fantástica que valoro mucho.

Los personajes son una exquisitez, sobre todo James. Es uno de los personajes más originales que jamás he tenido la oportunidad de conocer… Y es que James parece un extraterrestre venido de un planeta donde la gente se desplaza en limusina, donde la palabra “supermercado” podría ser el nombre del menú de un restaurante chino y donde la tarjeta de crédito te granjea la compra de una cadena entera de hoteles si así lo quisiera. Y de ese mundo tan elitista y exclusivo desciende James, un joven mimado y ególatra que se cree superior a cuantos le rodean y no trata de ocultarlo; al contrario: en todo momento resalta su superioridad y no se corta a la hora de criticar de manera insultante a los demás. Es un joven maniático, egoísta, quejica, algo hipocondríaco y que no admite nada menos que lo mejor. Sin embargo, tiene chispa y no resulta en absoluto aburrido; es tremendamente ingenioso, y sus malintencionadas pullas te harán soltar alguna que otra carcajada… Además, llegas a cogerle cariño pese a lo insoportable que se empeña en ser, ya que terminas por verlo como a un niño grande que tiene todo por aprender, todo lo referente a disfrutar de los pequeños “riesgos” de la vida y de los sentimientos.

Por otro lado, tenemos a Kelsey. Kelsey es la antítesis a James: es desordenada, despreocupada con su aspecto, sencilla y nada egoísta. Tanto su cuarto -que sigue el patrón del de una adolescente normal con el suelo haciendo la función de ropero y el armario revuelto- como su manera de vestir –ocultando las curvas de su cuerpo bajo sudaderas anchas combinado con vaqueros viejos- serán constantemente motivo de observaciones y duras críticas por parte de James; pero Kelsey ya ha decidido que está demente y además tiene de por sí demasiada personalidad como para que las tonterías de James le afecten. Ella es una chica fuerte y digna, capaz de hacer frente a James y ponerle en su lugar cuando el sobrepasa la línea de su paciencia (y creedme cuando os digo que hay que hacer acopio de mucha para no terminar asesinándolo… Os juro que no os habéis topado con un personaje semejante… Hasta yo tenía la necesidad de estrangularlo de cuando en cuando XD).

Y cómo dejarme en el tintero a Marcus, el hermano de Kelsey… Este chaval es un mundo aparte, un holgazán profesional que le dará un toqué fresco y humorístico a la historia que no tiene precio… Y seguro que acabaréis por cogerle cariño, porque en el fondo es un chico ingenuo y muy sensible que es naturalmente alegre y agradable con la gente.

Los amigos tanto de Kelsey como de Marcus también le darán un empuje cargado de humor a la historia. De alguna manera ayudarán a contrastar más aún el mundo de James y lo harán sentirse como en una excursión al ZOO donde le han encerrado en la jaula de orangutanes por equivocación (XD).

Lo cierto es que la historia no consta de mucha acción; no tiene elementos destacadamente sorprendentes, pero tampoco se echan de menos. Silvia Hervás se las arregla para que los personajes sean tan carismáticos que se sirvan por sí solos para desarrollar nuestro interés por la historia y creen una trama fuerte y atrapante que nos mantenga pendientes de la obra.

Una de las cosas que más me han gustado de la novela es el hecho de que nadie intente cambiar a nadie. A menudo leo libros sobre hombres que en principio son indomables y se transforman en un oso amoroso… ¡PUES ESTA VEZ NO! Es verdad que James hará el esfuerzo de integrarse en el mundo de Kelsey (que no mudarse permanentemente y abandonar el suyo. Eso habría sido cuanto menos surrealista….), pero a cambio también exigirá que Kelsey se amolde en cierta medida al suyo… Sin embargo, ambos se enamoran el uno del otro siendo como son, y ninguno de los dos siente la necesidad de cambiar a nadie, solo compartir y mostrar el mundo al que pertenecen… Y eso es algo infinitivamente bonito. 

Además, el amor entre ambos surge de manera tan poco convencional… Dicen que la convivencia es propensa a matar las relaciones… Y el amor entre Kelsey y James surge bajo una estricta convivencia… Pero lejos de que ésta les convenza de los defectos del otro y les haga percatarse de sus irritantes manías (que también), la convivencia les obliga a pasar tanto tiempo juntos que terminan por conocerse profundamente y empezar a  apreciar sensaciones que sienten en compañía cuando el odio no rige el momento. 

Para finalizar, os recomiendo su lectura. Porque esta es una novela con una trama engañosamente sencilla, donde la complejidad se encuentra en lo más interesante que pude plantearse: el desarrollo de los sentimientos y la lucha a favor o en contra de ellos. Ésta es una novela que pese a tratar un tema que bien podría tildarse de común, se las arregla para ser absolutamente original y memorable.

Una novela juvenil romántica encantadoramente refrescante y divertida.

Un 8,5.


Un par de citas…

#1

—Será mejor que acudamos a la cafetería donde hemos quedado con Marcus. Debe de estar esperándonos.
—No sé qué decir. Quizá sea demasiado tarde, quizá haya pasado frente al museo de la Edad de Piedra y haya decidido quedarse a vivir allí, en su hábitat natural, para siempre…
—Deja de decir idioteces y camina más rápido —Kelsey aceleró el paso con la vista fija en la acera—, ¿o acaso prefieres que cojamos el autobús?
—Oh, no, no. —Siguió decidido su paso—. ¿Sabes?, no me acabó de convencer aquella limusina grande. Prefiero la mía.


 #2
—¿Y tú? ¿Qué me has comprado a mí? —Kelsey se encaró con él, alzando los hombros.
—Nada.
—¿Nada? ¡Serás desgraciado!
—¿Acaso tenía que hacerlo? —Se cruzó de brazos, confundido.
Kelsey, enfurecida, le dio un puntapié a la papelera que tenía al lado.
—Mira, quizá esa papelera sería tu regalo perfecto… Piénsalo, podría sustituir a tu armario.
—¡Idiota, fue idea tuya que nos hiciéramos regalos!
—Ya. Pero no sabía que yo también tenía que comprarte uno a ti.


#3

—¿Qué tiene de raro Marcus? —preguntó—. ¡Solo es un poco hippie!
James rió a carcajada limpia.
—Yo pensaba que los hippies eran pacifistas —dijo a modo de reflexión en voz alta—. Y me extraña que tu hermano lo sea. No sé si te has fijado, pero su pelo podría sustituir perfectamente a la más potente de todas las bombas atómicas —musitó rascándose el mentón con parsimonia—. ¿Te has parado alguna vez a observar sus rastas al detalle? Tengo la seguridad de que albergan nuevas partículas celulares jamás descubiertas por el hombre…

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