domingo, 26 de agosto de 2012

BESOS DE MURCIÉLAGO



Puntuación: ☆☆☆



SINOPSIS:

James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto.

Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.

A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño.


OPINIÓN PERSONAL:

Hacía ya tiempo que tenía ganas de hincarle el diente a esta novela… Y es que en su día, cuando aún estaban vigentes las votaciones para el concurso y nos expusieron 50 páginas de la novela, me quedé intrigadísima con el desarrollo de la relación entre Kelsey y James. 

De verdad, es inimaginable que dos personas tan opuestas como ellos dos pudieran llegar a compartir sentimientos que no se basaran en el odio… Pero una vez más, somos testigos de que el amor no sigue patrones establecidos, y que los sentimientos pueden ser el mejor puente para salvar abismos.

Lo cierto es que me he reído MUCHÍSIMO con este libro. Y que me hagan divertirme tanto durante la lectura de un libro es una sensación fantástica que valoro mucho.

Los personajes son una exquisitez, sobre todo James. Es uno de los personajes más originales que jamás he tenido la oportunidad de conocer… Y es que James parece un extraterrestre venido de un planeta donde la gente se desplaza en limusina, donde la palabra “supermercado” podría ser el nombre del menú de un restaurante chino y donde la tarjeta de crédito te granjea la compra de una cadena entera de hoteles si así lo quisiera. Y de ese mundo tan elitista y exclusivo desciende James, un joven mimado y ególatra que se cree superior a cuantos le rodean y no trata de ocultarlo; al contrario: en todo momento resalta su superioridad y no se corta a la hora de criticar de manera insultante a los demás. Es un joven maniático, egoísta, quejica, algo hipocondríaco y que no admite nada menos que lo mejor. Sin embargo, tiene chispa y no resulta en absoluto aburrido; es tremendamente ingenioso, y sus malintencionadas pullas te harán soltar alguna que otra carcajada… Además, llegas a cogerle cariño pese a lo insoportable que se empeña en ser, ya que terminas por verlo como a un niño grande que tiene todo por aprender, todo lo referente a disfrutar de los pequeños “riesgos” de la vida y de los sentimientos.

Por otro lado, tenemos a Kelsey. Kelsey es la antítesis a James: es desordenada, despreocupada con su aspecto, sencilla y nada egoísta. Tanto su cuarto -que sigue el patrón del de una adolescente normal con el suelo haciendo la función de ropero y el armario revuelto- como su manera de vestir –ocultando las curvas de su cuerpo bajo sudaderas anchas combinado con vaqueros viejos- serán constantemente motivo de observaciones y duras críticas por parte de James; pero Kelsey ya ha decidido que está demente y además tiene de por sí demasiada personalidad como para que las tonterías de James le afecten. Ella es una chica fuerte y digna, capaz de hacer frente a James y ponerle en su lugar cuando el sobrepasa la línea de su paciencia (y creedme cuando os digo que hay que hacer acopio de mucha para no terminar asesinándolo… Os juro que no os habéis topado con un personaje semejante… Hasta yo tenía la necesidad de estrangularlo de cuando en cuando XD).

Y cómo dejarme en el tintero a Marcus, el hermano de Kelsey… Este chaval es un mundo aparte, un holgazán profesional que le dará un toqué fresco y humorístico a la historia que no tiene precio… Y seguro que acabaréis por cogerle cariño, porque en el fondo es un chico ingenuo y muy sensible que es naturalmente alegre y agradable con la gente.

Los amigos tanto de Kelsey como de Marcus también le darán un empuje cargado de humor a la historia. De alguna manera ayudarán a contrastar más aún el mundo de James y lo harán sentirse como en una excursión al ZOO donde le han encerrado en la jaula de orangutanes por equivocación (XD).

Lo cierto es que la historia no consta de mucha acción; no tiene elementos destacadamente sorprendentes, pero tampoco se echan de menos. Silvia Hervás se las arregla para que los personajes sean tan carismáticos que se sirvan por sí solos para desarrollar nuestro interés por la historia y creen una trama fuerte y atrapante que nos mantenga pendientes de la obra.

Una de las cosas que más me han gustado de la novela es el hecho de que nadie intente cambiar a nadie. A menudo leo libros sobre hombres que en principio son indomables y se transforman en un oso amoroso… ¡PUES ESTA VEZ NO! Es verdad que James hará el esfuerzo de integrarse en el mundo de Kelsey (que no mudarse permanentemente y abandonar el suyo. Eso habría sido cuanto menos surrealista….), pero a cambio también exigirá que Kelsey se amolde en cierta medida al suyo… Sin embargo, ambos se enamoran el uno del otro siendo como son, y ninguno de los dos siente la necesidad de cambiar a nadie, solo compartir y mostrar el mundo al que pertenecen… Y eso es algo infinitivamente bonito. 

Además, el amor entre ambos surge de manera tan poco convencional… Dicen que la convivencia es propensa a matar las relaciones… Y el amor entre Kelsey y James surge bajo una estricta convivencia… Pero lejos de que ésta les convenza de los defectos del otro y les haga percatarse de sus irritantes manías (que también), la convivencia les obliga a pasar tanto tiempo juntos que terminan por conocerse profundamente y empezar a  apreciar sensaciones que sienten en compañía cuando el odio no rige el momento. 

Para finalizar, os recomiendo su lectura. Porque esta es una novela con una trama engañosamente sencilla, donde la complejidad se encuentra en lo más interesante que pude plantearse: el desarrollo de los sentimientos y la lucha a favor o en contra de ellos. Ésta es una novela que pese a tratar un tema que bien podría tildarse de común, se las arregla para ser absolutamente original y memorable.

Una novela juvenil romántica encantadoramente refrescante y divertida.

Un 8,5.


Un par de citas…

#1

—Será mejor que acudamos a la cafetería donde hemos quedado con Marcus. Debe de estar esperándonos.
—No sé qué decir. Quizá sea demasiado tarde, quizá haya pasado frente al museo de la Edad de Piedra y haya decidido quedarse a vivir allí, en su hábitat natural, para siempre…
—Deja de decir idioteces y camina más rápido —Kelsey aceleró el paso con la vista fija en la acera—, ¿o acaso prefieres que cojamos el autobús?
—Oh, no, no. —Siguió decidido su paso—. ¿Sabes?, no me acabó de convencer aquella limusina grande. Prefiero la mía.


 #2
—¿Y tú? ¿Qué me has comprado a mí? —Kelsey se encaró con él, alzando los hombros.
—Nada.
—¿Nada? ¡Serás desgraciado!
—¿Acaso tenía que hacerlo? —Se cruzó de brazos, confundido.
Kelsey, enfurecida, le dio un puntapié a la papelera que tenía al lado.
—Mira, quizá esa papelera sería tu regalo perfecto… Piénsalo, podría sustituir a tu armario.
—¡Idiota, fue idea tuya que nos hiciéramos regalos!
—Ya. Pero no sabía que yo también tenía que comprarte uno a ti.


#3

—¿Qué tiene de raro Marcus? —preguntó—. ¡Solo es un poco hippie!
James rió a carcajada limpia.
—Yo pensaba que los hippies eran pacifistas —dijo a modo de reflexión en voz alta—. Y me extraña que tu hermano lo sea. No sé si te has fijado, pero su pelo podría sustituir perfectamente a la más potente de todas las bombas atómicas —musitó rascándose el mentón con parsimonia—. ¿Te has parado alguna vez a observar sus rastas al detalle? Tengo la seguridad de que albergan nuevas partículas celulares jamás descubiertas por el hombre…

sábado, 11 de agosto de 2012

ENTRE LUZ Y TINIEBLA




Puntuación:☆☆☆




SINOPSIS:

Alguien me estaba observando, es una sensación perturbadora cuando estás muerta. 
Pese a no sentir el papel entre los dedos, ni oler la tinta, ni saborear la punta de un lápiz, veía y olía el mundo con la misma claridad que los Vivos. Ellos, en cambio, no me veían como una sombra o un vapor flotante. Para los Vivos, era aire vacío. 
O eso pensaba...


OPINIÓN PERSONAL:

Con semejante sinopsis, en su día no pudo resistirme a él. Sí, en su día. Es un libro que compré hace años ya, y que me leí en aquel entonces. Pero tenía un grato recuerdo de él, y como me apetecía una buena lectura garantizada, decidí rememorarlo.

Os explico de qué va el asunto. La protagonista es Helen, un fantasma anclado en la Tierra con un infierno personal y muy temible pisándole los talones. No recuerda nada de su vida, ni tampoco el momento de su muerte; pero le persigue el pasado y constantemente le atrapan las sensaciones del momento en que se enfrentaba a la muerte. Asustada ante esos tormentos, Helen trata de escapar de él, y aprende a hacerlo: escogiendo anfitriones por los que velar. Es decir, ella se aferra a alguien vivo y lo acompaña en todo momento hasta el instante en que fallecen. Una vez ocurre esto, ella debe encontrar inmediatamente otro humano al que ser fiel o si no se verá devuelta a su infierno y el miedo y la angustia que éste le produce.

La narración se centra en el momento en que acompaña al señor Brown, que es profesor de literatura en un instituto americano. Todo marcha según la rutina: ella asiste a sus clases, se pasea por el aula sin que nadie pueda reparar en ella y mira por la ventana o escucha la voz de su anfitrión declamando literatura. Pero un día pasa algo extraordinario: unos ojos adolescentes están clavados en ella. Alguien puede verla.

Ese alguien se trata de James, un fantasma como ella que se ha adueñado de un cuerpo “vacío”, que no muerto. La diferencia está en que el alma de la persona a la que pertenece la carne por algún motivo ha abandonado su prisión, aunque no por ello el cuerpo deja de moverse, si bien como un autómata sin espíritu.

A partir de ese momento, James y Helen se conocerán y amarán. Sin embargo, se verán embargados por la frustración, ya que no pueden tocarse debido a la inconsistencia natural de Helen como Luz. Es por ello que se decidirán a apoderarse de otro cuerpo, el de una adolescente llamada Jenny.

Ambos fantasmas tendrán muchos obstáculos y luchas que librar. Para empezar está su propio pasado y la pesadilla de su último aliento. El miedo y la culpabilidad les impiden abrir la mente para recuperar cada detalle de esos fatídicos instantes. Sin embargo, ahora no estarán solos y se tendrán el uno al otro para apoyarse y acompañarse en la incertidumbre y el sufrimiento. Podrán compartir pensamientos e inquietudes, descargar el peso de sus existencias el uno en el otro con plena confianza, sabiendo que nadie en el mundo podría hacerles sentir tan en paz y reconfortados como ellos mismos. Es en ese aspecto una historia tierna y sincera, muy hermosa.

Aparte de esos impedimentos, también contarán con el entorno familiar de las vidas que han usurpado.

Billy Blake, de cuya identidad se ha apropiado James, es un adolescente que ya ha estado al borde de la muerte por voluntad propia, ya que tenía muchos problemas con las drogas. Vive en una humilde y desordenada casa solamente con su hermano Mitch, quien aunque no tiene los modos más adecuados, cuida de él a su manera y lo quiere y lo protege.

El hecho de que James tenga maneras muy distintas a Billy da pie a detalles graciosos, como el hecho de que tiene que abstenerse de ordenar su cuarto porque sino Mitch se asustaría porque el desorden rige el hábitat natural de los hermanos Blake (XD).

Jennifer Thompson, la alojadora de Helen, tiene un marco familiar en apariencia pacífico y ordenado. Sin embargo, padecerá muchos tormentos perteneciendo a esa familia. Para empezar están enfermizamente obsesionados con Dios y su devoción hacia él, lo que hace que los padres adopten un papel muy tirano y restrictivo, asfixiando la libertad de Jennifer y tratándola como a una autómata destinada a cumplir sus órdenes. Jennifer tiene una rutina preestablecida, y sus días siguen un patrón invariable, siempre conducida por la autoridad de sus padres y censurada por ellos. En este punto de la historia, la autora hace alarde de una opinión desfavorable de la religión y sus extremos, que se vislumbra muy bien en el día a día de Helen como Jennifer.

Es una novela bonita y atrapante, fácil de leer y con la que los jóvenes pueden reconocer en ella sus propios sentimientos; esas ganas de ser libre, de obedecer a nuestros deseos y aprender a imponerse cuando deciden que algo es importante para ellos. Eso además de identificarse con una forma intensa y adictiva de amar.

Le doy un 8.

viernes, 10 de agosto de 2012

AGNES GREY



Puntuación:☆☆☆


Sigo en mi línea, es decir, en pleno apasionamiento por la literatura victoriana. Así que hoy os traigo la reseña de la última novela que he leído y reúne estas características. Es la única obra que me faltaba para haber leído a las tres hermanas Brontë.

Agnes Grey nos permite introducirnos en la reflexiva y nostálgica mente de una joven llamada Agnes, viniente de una familia humilde que está pasando dificultades económicas. Con el propósito de ayudar a su familia, ya sea aportando un salario mínimo como ahorrándoles su manutención con su partida, Agnes se marcha de su hogar para probar trabajar de institutriz. En un principio ella se muestra entusiasmada, pues toda perspectiva se le aparece favorable: tanto la motivación de ayudar a su familia como la de ver más mundo y evolucionar como persona, teniendo para ello que poner en práctica facultades que, estando en el arropo familiar, nunca ha necesitado emplear. Sin embargo, pronto su entusiasmo se verá malamente afectado por la asimilación de la realidad: sus alumnos no son tiernos corderitos que desean ser educados y asumen la importancia de una mente cultivada. En cambio, son niños traviesos y mimados que se comportarán como salvajes ingobernables.

Llegados a este punto la novela sugiere una crítica a la paternidad. Porque Agnes se ve en la posición de tratar con unos niños que tienen unos modales espantosos y unas aficiones macabras, como la de mutilar pájaros vivos. Pero Agnes está en una situación difícil, porque si bien tiene permiso para inculcar (en vano) información de valor en esas huecas cabezas, no tiene el poder a emplear para corregir su mal comportamiento. Su poder con los niños es limitado. Sus padres no consienten que ella corrija la actitud de los muchachos con un efectivo correctivo, como lo sería un severo castigo o unas duras palabras que hicieran efecto en los niños; en cambio, no se reprimen a la hora de criticar a Agnes, culpándola de no moderar a sus niños. En más de una ocasión también se ve como los padres mismos son un mal ejemplo para los niños, y que su filosofía educativa jamás hará de esos niños seres sensatos, sensibles y civilizados.

Agnes Grey es una obra muy ilustrativa en cuanto a la época, tanto refiriéndose al ambiente, a las costumbres arraigadas de los nobles y a la común actitud de ociosidad, materialismo y vanidad que adoptaban sus contemporáneos más pudientes.

Por ejemplo, se vale del personaje de Rosalie Murray para retratar a la engreída dama de época. Rosalie es una joven bella, pero muy vanidosa y ambiciosa. Parece nutrirse de halagos y no concibe diversión que no incluya pavonearse y exponerse a la admiración de los demás. Además de eso, desea aspirar al amor de todo joven, desea suscitar ardientes pasiones que los hunda en la más acongojada miseria cuando ella los rechace sin mostrar un mínimo grado de cortesía. Sin embargo, no lo hace con concienzuda maldad, y en cambio, es simplemente víctima de su petulancia. Y pagará su arrogancia; ella misma se cavará su propia tumba y será condenada a perecer por siempre en ella.

Su hermana Matilda en cambio, es una joven que deserta de sus obligaciones como dama. No siente la mínima atracción por eventos sociales que tanto entusiasman a Rosalie, y tampoco se preocupa demasiado de su aspecto o de hablar de un modo exento de blasfemias. No parece tener prisa por casarse, como si no le preocupara en absoluto su finalidad de matrimoniarse, y en cambio prefiere pasarse la vida expuesta al aire libre, montando a caballo o viendo expediciones de caza. Por su comportamiento, tan salvaje e inadecuado, será censurada por su familia, sobre todo por su madre.

Personalmente, me ha parecido interesante la descripción de las personas que interactúan con Agnes Grey y la de sus ocupaciones, que consistían en asistir a bailes y demás celebraciones destacadas, en acudir a la iglesia, practicar el bordado y ensayar algún instrumento, salir a pasear por los jardines, leer o recibir visitas. Pocas cosas además de eso era lo que hacían las mujeres. Los hombres tampoco tenían un abanico amplio de opciones, aparte de su asistencia semanal a misa y de participar en eventos sociales, no hacían mucho más que leer, salir a cabalgar o ejercitarse en una cacería.

En cambio, las clases proletarias no tenían una vida tan insípida y sedentaria. Anne Brontë dota a Agnes de una bondad innata que la conduce a visitar a la gente más infortunada con el propósito de hacer más llevadera su condición necesitada. De ese modo también se nos retrata un poco la gente más humilde, aquellos que deben trabajar duro para todo: tanto para mantener a su familia como para permanecer en ese mundo y poder cuidar de ella. Y son pocos los nobles que se apiadan de ellos y se interesan por sus miserias. Y lo más triste de todo es que normalmente, cuando los acaudalados se molestaban en prestarles algún mínimo favor, no lo hacían con el propósito de sosegar sus cansadas almas, sino que lo hacían con la intención de deleitarse con la exuberante gratitud que contemplan en los ojos de los plebeyos, siendo encumbrados por estos al estatus de santería que en realidad no merecían.

Saco en conclusión que aquella época era demasiado egoísta e improductiva. Los ricos no tenían preocupaciones materiales, y en la mayoría de los casos no empleaban su vida en nada fructífero. Criados en un ambiente con la pasividad y la comodidad inútil como doctrinas, carecían de espíritu, de ganas de usar todos aquellos privilegios que poseían para hacer del mundo un lugar mejor que no solo beneficiase a unos pocos. Y los escasos que tenían esas aspiraciones carecían de medios para llevarlas a cabo. Por otro lado, los pobres, los que sí tenían chispa, no podían emplear sus energías en otra cosa que en sobrevivir y procurar la manutención de los que estaban a su cargo.

Es por tanto esta época una etapa cruda para todas las gentes, pero que por alguna razón, tal vez por los límites tan definidos en la sociedad, por las privaciones tan marcadas y los deseos y pasiones tan ardientes que las censuras inspiraban, tal vez por todo ello, es una época que me suscita fascinación y curiosidad.

Y este libro, muy instructivo, como ya he dicho, me ha aplacado bastante mi hambre por conocer más de esta era.

Además de los ejemplos del día a día de entonces, también cuenta con la historia personal de una joven algo tímida y retraída, silenciosa y observadora, sensata y bondadosa, que tendrá que atravesar muchos momentos difíciles y enfrentarse a duras situaciones. Eso además de tener que combatir sus propios anhelos y deseos de felicidad.

El libro posee buenos diálogos y reflexiones muy interesantes, los cuales enriquecen la amena y rica prosa de Anne Brontë.

Es altamente recomendable, y por ello y por todo lo expuesto, le doy un 8.

jueves, 2 de agosto de 2012

DOS PRINCESAS SIN MIEDO



Puntuación:☆☆☆☆


SINOPSIS:

Adelina y Meryl, las dos princesas del reino de Bamarre, viven sin preocupaciones en un hermoso castillo y sus únicas aventuras son las que leen o sueñan. Pero la desgracia acecha... Meryl cae enferma y nadie conoce la cura de su misterioso mal. A pesar de los buenos propósitos de todos, en la corte nadie parece muy capacitado para emprender un peligroso viaje en busca de un remedio. Adelina no es valiente, ni fuerte, ni demasiado intrépida, pero daría la vida por su hermana. Pese al miedo que le inspira lo desconocido, se lanza sola a esa aventura incierta, adentrándose en un mundo asombroso repleto de peligrosos dragones, ogros, grifos y espectros. Gracias a la ayuda de algunos regalos mágicos y de su buen amigo Rhys, el aprendiz de brujo, la tímida princesa logrará superar pruebas dificilísimas y derrotar a los enemigos más fieros... e incluso descubrir el valor y la fuerza de los sentimientos.


OPINIÓN PERSONAL:

Últimamente me apetece un montón leer este tipo de novelas, y la verdad que las estoy disfrutando muchísimo. Este libro me lo he devorado en dos sentadas, y es que enseguida me ha atrapado la maravillosa historia que narran sus páginas.

Para empezar, declaro que me he enamorado de esta autora. Y ya sé de otro libro que publicaron en España en el 2011 y que en cuanto lo vea me abalanzaré cual águila hambrienta que ha divisado un conejo apetitoso (XD).

En fin, prosigo con la crítica. Este libro, aunque se ambienta en una época medieval y fantástica como el de El mundo encantado de Ela, es totalmente diferente. Por supuesto, permanecen los rasgos distintivos del estilo de la autora, es decir: el ingenio, el humor y la ternura. Y en este libro incluso hace alarde de la capacidad de sorprender al lector, ya que el final resulta inesperado hasta que estás en las últimas páginas y te hueles un giro sorprendente de la historia. Y como me encanta que me pillen desprevenida, el final ha mejorado muchísimo mi impresión del libro.

La novela está plagada de emocionantes aventuras que nos permite seguir de cerca la capacidad de Adelina para amar. El amor por su hermana es puro y no tiene límites, y si para ello tiene que enfrentarse a mil monstruos lo hará. Prefiere morir en el intento de salvarla que no quedarse junto a ella, mirando como se le escapa lentamente la vida sin intentar nada por cambiar su destino. Adelina jamás ha sido valiente; una mísera araña era capaz de sacarla de un cuarto chillando. Meryl era la hermana brava y llena de coraje, aquella que aprendía esgrima soñando con salir algún día en busca del remedio para la Fiebre Gris y en su expedición matar ogros, dragones y grifos. Sin embargo, la enfermedad la escoge a ella. Y aún así, ella sigue luchando, sigue siendo admirablemente fuerte y valiente, y con sus fuerzas interiores batalla contra la Fiebre Gris, queriendo expulsarla en vano de su cuerpo. Aunque su mejor arma para derrotarla será el amor incondicional de su hermana.

Es una historia de lo más tierna, donde el amor es el promotor de los personajes. Donde el amor es más fuerte que los miedos y da el valor necesario para emprender destinos inexplorados.

El personaje de Adelina me gustó mucho. Me encantó la manera en que afronta sus miedos, la manera en que decide salvar a su hermana y tragarse sus temores, la manera en que empuña una espada con decisión pese a no haber aprendido a usarla. Me encantó la manera en que las aventuras peligrosas que vive la fortalecen y la hacen crecer y madurar.

Sin embargo, mi personaje favorito es Vollys, la dragona centenaria que aparece a la mitad de la historia. Me resultó tremendamente entretenido el pasaje donde tiene su protagonismo. Era una dragona muy lista y divertida. Me reí mucho con algunas de sus ocurrencias. Además era fácilmente irritable y algo perversa, pero me resultó encantadora y la verdad que incluso le cogí cariño aunque entorpeciera el camino de Adelina hacia la salvación de su hermana. Un personaje realmente fascinante.

El que no me terminó de convencer es Rhys, el aprendiz de brujo. Desde el principio me pareció demasiado formal y correcto, algo soso. Era dulce y honesto, pero en mi opinión le faltaba chispa, al igual que a la historia de amor entre él y Adelina. El romanticismo está más trabajado en El Mundo Encantado de Ela que en esta novela; sin embargo, este libro es más rico en aventuras y emociones, así que igualmente me ha hechizado y no he echado mucho de menos el que estuviera más elaborado en ese aspecto.

Como ya observé en mi primera experiencia con la autora, le encanta hacer guiños a otros cuentos en sus novelas. En está hallé cierta conexión con El Mago de Oz y las zapatillas mágicas que transportan a Dorothy. La autora se apropia de esta idea, aunque como siempre, la personaliza un poco.

También me gustaría comentar que la autora ha construido un mundo imaginario muy sólido y elaborado. Tiene un mapa claro de las tierras de Bamarre en su cabeza y lo comparte con los lectores con claridad. Además Bamarre tiene su propio héroe legendario, Drualdo el riente, y es de aquellos que inspiran cantatas y versos que se eternizan en tomos y se estudian en la corte. De esos héroes que viven aventuras basadas en el valor y el honor y tratan de ilustrar en esos valores a quien lee sus aventuras. De esos héroes inspiradores que predican la esperanza.

Por último reiterar que me ha encantado y que lo recomiendo a aquellos que echen de menos la magia de los cuentos de la infancia.

Un 9.