Puntuación:☆☆☆
SINOPSIS:
Carolyn Turner es una joven viuda
dispuesta a llevar una vida discreta. Pero la última selección de la Sociedad
Literaria de Damas Londinenses la ha dejado trastornada… Memorias de una amante
es escandalosamente explícita, y su lectura despierta en ella nuevos
sentimientos y sensaciones. Carolyn está convencida de que su lectura es la
única razón de que esté sucumbiendo a los encantos de Daniel Sutton, un notorio
mujeriego…
Daniel desea a Carolyn, sin duda, pero
lo último que quiere es verse encadenado por lo lazos del matrimonio. Sin
embargo, cuando un asesino la convierte en su blanco, ambos se verán envueltos
en una intriga que hará que sus vidas tomen un rumbo impensado.
OPINIÓN PERSONAL:
La
novela empieza de manera chispeante, y puedo decir en su favor que es un matiz permanente
en la historia. La sensualidad es un ingrediente continuo en toda la historia, la
cual le da una unidad vivaz.
Como
punto de partida tenemos una fiesta de disfraces: evento de conveniente
anonimato que le da la excusa de desempolvar el valor y el espíritu aventurero a
Carolyn y le permite dejarse llevar.
Así
como el primer libro de la saga trataba en exclusiva de Sarah, esta segunda entrega
gira alrededor de Carolyn, su hermana, y Daniel, mejor amigo de Matthew (esposo
de Sarah). Es una historia que empezó antes de este libro y que ya se intuía
sutilmente en el primero… En realidad, empezó mucho más atrás… Porque Daniel lleva
encandilado con Carolyn desde la primera vez que la vio: diez años atrás. Y este
dato —a mis ojos, al menos, ya que adoro las novelas basadas en reveses del
destino que conceden segundas oportunidades—, aderezó el romance con un
simpático encanto. El hecho de que conserve su deseo por Carolyn tanto tiempo,
aún siendo un destacado mujeriego, hablan de una faceta suya próxima a la
fijación y a la lealtad que se contradicen con su papel de Casanova. Es el
primer indicio que resquebraja la fachada escéptica y despreocupada del guapo
aristócrata.
Los
personajes, tanto Carolyn como Daniel, son adorables y forman una pareja unida
y perfecta, complementaria.
Carolyn
es una mujer adulta, consumida por su perseverancia a relegarse a una vida
rutinaria y sin sobresaltos, dedicada a sus amigas y a acariciar la memoria de
su amado y difunto esposo. Carolyn no tiene ningún interés en compartir su vida
con ningún otro hombre; juzga que su felicidad romántica ha caducado junto con
la muerte de su esposo; que su corazón ha sido hecho para ser ocupado una sola
vez… Ella ha dedicado largo tiempo a convencerse de eso, y le parece
inconcebible plantearse si quiera alterar el estilo de vida sobrio y discreto
que ha forjado para ella. Le da miedo incluso salirse de ese trazado sendero:
le da miedo arrojarse en brazos de la vida en su esencia: impredecible e
intensa. Teme que la mutabilidad adherida a la vida trastoque la devoción que
guarda a su esposo. Cada vez que Carolyn se encuentra deseando algo más allá de
los límites autoimpuestos, se siente desleal al amor que compartió con su
esposo… No quiere reemplazarlo por nadie. Y le costará entender que puede amar
intensamente a dos personas sin que los sentimientos dados a cada uno tengan
que ser enemigos.
Por
otro lado, Daniel es un hombre solo, pero no por ello ermitaño ni reservado. De
hecho, tiene talento para las relaciones sociales y una facilidad inmensa para
resultar encantador a la gente. Aunque no ha tenido un pasado fácil debido a
una tragedia familiar ha maniobrado bien con ese legado de la experiencia y no
ha dejado que haga sombra al hombre fuerte, amable y generoso que es. Y pese a
que no cuenta con el apoyo y el verdadero cariño de sus familiares, eso no le
ha convertido en un hombre desamorado; de hecho, tiene una faceta altruista que
resulta toda una conmovedora sorpresa. Así pues, Daniel es un hombre
esencialmente positivo y optimista de quien las contradicciones que plantean su
experiencia vital y su actitud hacia ellas hacen de él un hombre admirable y
noble que, junto con su ingenio, su pasión y su devoción nos robará el corazón
a más de una.
En
definitiva, pues, los personajes han sido realmente brillantes, dotados de una
personalidad encantadora y singular, y la autora a trazado el puente perfecto
que une a ambos en una unión sólida y próspera.
PUNTOS
POSITIVOS:
·
Como ya he justificado extensamente:
los personajes.
·
La habilidad de la autora para las
escenas excitantes. Tiene una prosa hábil para sumergirnos de lleno en la
sensual neblina que envuelve a las escenas picantes, resultando elegante y tierna
sin caer en pasteladas. En este libro en especial apuesta por describir un sexo
innovador: cada escena de cama es distinta. Esta variedad se agradece mucho,
sobre todo cuando este romance en particular se apoya mucho en las relaciones
íntimas.
·
Los personajes secundarios
carismáticos. En especial, Samuel. Es un joven al que se le coge ternura casi
al segundo de su primera aparición en la novela. Ya sea por su lealtad, su fe,
su honestidad, su humildad y desparpajo, así como su espíritu noble y su gran
sensibilidad y voluntad.
·
El sello de la autora: un elegante y
permanente sentido del humor.
PUNTOS
NO TAN POSITIVOS:
·
La verdad es que hay muchos
ingredientes con potencial en la novela, pero al final todos se quedan un poco
como en agua de borrajas. Ejemplo claro de ello son dos personajes en
particular: Katie y Samuel. Katie se hace notar como una mera excusa para sostener
la trama. Por otro lado, Samuel se nos aparece como un personaje tierno y
encantador que sin duda hace su aporte a la novela, pero no se aprovecha su
capacidad, ya que se nos da a conocer su virtuosismo mediante la historia de su
pasado, pero no llegué a tener la sensación de interactuar realmente con su
personalidad…. Al final obtenemos un insípido reflejo de todo su potencial.
·
La tragedia familiar de Daniel queda
forzada. El desarrollo de la novela se sostendría perfectamente sin ella, con
lo cual, es un aderezo emocional prescindible.
·
Comparándola con su novela anterior de
la serie, he atisbado demasiados paralelismos en la trama de suspense. Sobre
todo a la hora de cerrar el misterio… Francamente, trata el tema de un modo
trillado: malo aísla a su víctima y se vanagloria de lo malvado e inteligente
que es dando así tiempo a la presa para ser rescatado… Francamente, por el
momento, el suspense no es su fuerte.
·
El final. Está a la sombra del
suspenso y lo macabro que se da en la novela… Y a todas nos gustan los finales
absolutamente radiantes y felices, ¿me equivoco? La verdad es que a mí me
rechinó que aún se sacaran cosas en claro del asunto en la penúltima página:
interrumpió de pleno la ternura del ambiente.
CONCLUSIÓN:
Pese a todas las pegas (estoy hecha
toda una monstruosa exigente xD), hay aspectos positivos de la novela que pesan
más, como los personajes. Al final, en opinión mía, el elemento más importante
de una novela son los personajes. Sin buenos protagonistas difícilmente se
puede sacar una buena historia. Son la atracción principal, el eje sobre lo que
gira todo lo demás, el alma del libro, incluso. Y en cuanto a los personajes,
no tengo ninguna pega.
D’Alessandro tiene potencial. Esa es
la verdad. Tiene un don indiscutible para transmitir un continuo sentido del
humor y para describir las sensuales escenas que son la clave de un romance
vivaz. Eso sí, le falta equilibrar los elementos que conforman sus historias.
Aún con todo, ha sido una lectura
agradable y chispeante.
Lizzie
Villkatt
PUNTUACIÓN:
7
UNAS CITAS…
#1
—Yo no llevo joyas —susurró ella.
—Usted es la joya. De modo que, a
falta de diamantes y perlas, me veo obligado a improvisar, así que le robaré…
—Avanzó un paso hacia ella y después otro, hasta que solo los separó una
distancia de dos dedos—… un beso.
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