Puntuación: ☆☆☆
La
novela nos sitúa en plena época de la Regencia, en una mansión
campestre inglesa. El propietario es el marqués de Langston, Matthew
Davenport, que convoca una reunión en su propiedad con el propósito
de elegir a una esposa heredera entre sus invitadas. La razón de que
no vaya de caza directamente a Londres es simplemente la actividad
constante que le ocupa una promesa que hizo a su difunto padre:
encontrar el dinero que escondió en el jardín de la propiedad junto
con casarse en un plazo determinado para asegurar la preservación
del linaje.
En
estas circunstancias conoce a la humilde señorita Sarah Moorehouse,
que no se encuentra entre las candidatas, ya que su presencia se debe
a que es acompañante de su viuda hermana Carolyn.
Sarah
Moorehouse se aleja mucho del patrón de perfección requerido por la
sociedad inglesa, tanto física como psicológicamente. La gente la
suele señalar como a una “solterona poco agraciada”. Su misma
madre jamás le ha permitido engañarse sobre su aspecto. Por tanto,
Sarah tiene asumido que no es guapa y ha aprendido a manejarlo sin
ningún tipo de amargura. En cambio, es una joven optimista,
bondadosa y de corazón tierno y compasivo. Ayuda a quien lo necesita
desinteresadamente, y siente un gran amor por su hermana y por sus
amigas. Además, es franca y natural. Y estas cualidades, tan
peculiares en las mujeres del círculo social de Matthew, harán que
se obsesione por ella.
Por
otro lado, Matthew demuestra ser un joven ocurrente y atento, además
de enigmático. Y no solo refiriéndonos a sus excavaciones nocturnas
en el jardín. Hay un brillo triste en sus ojos que empaña toda la
serenidad que irradia su expresión. Además, el fascinante físico
de Matthew también aturdirá a Sarah que, inocente e inexperta, se
sentirá seducida por el deleite que supone el cuerpo de él a la
desarrollada sensibilidad estética que tiene siendo la artista que
es. Una artista realmente talentosa, por cierto.
Poco
a poco, ambos compartirán reuniones informales e imprevistas cada
vez más numerosas y que los dos disfrutarán por igual, aunque
siempre a la sombra de la convicción de que nada romántico puede
salir de ahí. Para autoconvencerse, ambos justificarán su mutuo
interés con el enigma que suponen el uno para el otro y con su deseo
de desenmascarar sus secretos.
Mi
impresión personal es que es una novela tierna y diferente. La trama
resulta bastante innovadora, y también el tipo de protagonistas que
la protagonizan. Ni Sarah es una belleza de alta alcurnia, ni Matthew
es un atractivo aristócrata común.
Ambos
se parecen entre ellos muchos más de lo que sospechan, y compartirán
un montón de emociones con las cuales se habían sentido solos. Los
dos han tenido experiencias amargas, y las han convertido en un
martirio omnipresente. Pero el perdón que necesitarán será un
corazón comprensivo y una fortaleza que sumar a la suya propia.
PUNTOS
POSITIVOS:
- El sentido del humor presente en toda la obra y que logra su propósito de divertirnos.
- Danforth, el perro de Matthew. La verdad es que su presencia enriquece muchísimo la historia, ya que le añade un toque de comicidad y ternura encantador. Lo cierto es que acabé muy encariñada con el animalito y su manía se sentarse sobre el calzado de la gente :). Además es un perro endiabladamente listo.
- Las escenas de baño. Sobre todo la primera de todas... Realmente ese pasaje del libro es, sin lugar a dudas, el mejor. Me divirtió mucho. Cuando leáis el libro sabréis a que me refiero ;).
- El final. El modo en que la autora resuelve la relación de ambos. Justo a tiempo de arruinar el ideal del amor... También entenderéis que quier decir si leéis el libro ;).
PUNTOS
NO TAN POSITIVOS:
- El aislamiento de los protagonistas. He echado de menos que los dos se relacionaran más con su entorno, con sus amigos. La verdad que las reuniones de la Sociedad Literaria de Damas Londinenses eran de los tramos más divertidos de la novela, así como las aventuras que llevaban a cabo... Pero me han sabido a poco :/.
- La narrativa de la autora. No me ha terminado de convencer... He detectado demasiadas frases cliché en su estilo... Hubiera deseado una narrativa más personalizada. Tal vez por eso no ha tocado mi fibra sensible, no lo sé. Lo cierto es que no me ha calado hondo.
CONCLUSIÓN:
Es
mi primera experiencia con esta autora, y pese a todo, mi opinión
final es positiva.
Esta
novela es el inicio de una saga prometedora. Seguramente Jacquie
D'Alessandro seguirá deleitándonos con argumentos imaginativos
y conversaciones ingeniosas y entretenidas, tal y como ha hecho en
esta novela. Sin olvidar el toque te ternura que ensalza el amor como
el sentimiento más hermoso y valioso.
Una
lectura ágil, entretenida y de buen regusto.
Lizzie Villkatt
UNAS
CITAS:
#1
-Pero
no es justo. Usted no sabía que yo le observaba mientras se bañaba.
-No.
-Una sonrisa diabólica le curvó los labios-. Si hubiera sabido que
tenía público, habría hecho que el espectáculo fuera más
divertido. -Le rozó la pierna con la yema del dedo, dejándola sin
aire y provocándole una oleada de escalofríos-. Tú ya has visto mi
función, Sarah. Es justo que yo vea la tuya.
#2
Su
mente, su corazón y su cuerpo doliente suplicaban más.
Pero,
¿se atrevería a pedirlo?
Si
le decía que sí, ¿lamentaría su decisión por la mañana? Tal
vez. Pero en su corazón sabía que lamentaría más perder esa
oportunidad que nunca había soñado tener.
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