martes, 12 de noviembre de 2013

EL DIARIO DE ANA FRANK




Mi curiosidad por Ana Frank comenzó un domingo por la tarde de este mismo mes. Estaba malita, echada en el sofá con mantita y gato incluidos, y haciendo zapping vi que echaban la película del 2001. Como todavía estaba comenzando la dejé puesta y me tuvo abstraída hasta el fin.

Esa misma semana me compré el diario. No lo pude resistir. Lo que ocurre es que, como es un libro que contiene los pensamientos íntimos de una niña real, no me parece que sea un libro que se pueda valorar a la usanza de una novela normal. Por eso no voy a analizarla como si tal cosa, y solamente diré que me encantó formar parte del universo interno de Ana Frank. Me sorprendió mucho que tuviera una personalidad tan fuerte a tan corta edad. Ella sabía quién era y quién quería ser y quién no. A esa edad normalmente la gente es muy influenciable, y Ana en cambio luchaba como una leona por echar por tierra los intentos de los demás por reformarla. Ella sabía que esa era una tarea que la correspondía a ella; que ella misma era su propia educadora. A mí me fascinó su resolución y su fortaleza. Y podría decirse que los tiempos difíciles que le tocaron vivir tuvieron que ver en ello, pero de verdad pienso que había en ella una esencia absolutamente propia, una fuerza de espíritu solamente suya que hacen que esas cualidades de las que hablo sean en su gran parte mérito suyo. Es asombrosa su capacidad de reflexión, sus juicios sentenciosos, su extremada sensatez y esa dualidad que ella misma reflexiona sobre ella misma: la Ana frívola, riente e insolente, y la Ana sensible, idealista y taciturna.

Es una verdadera delicia seguir la evolución interior de Ana que se ve reflejada en sus palabras. Sus críticas se centran sobre todo en los residentes del escondite y a menudo son afiladas y resueltas, dichas desde el ardor del enfado. Pero más adelante también critica la guerra, el machismo, la naturaleza humana, y en muchas ocasiones a ella misma. Porque Ana no deja de repetir que es una chica repleta de defectos, y ella en verdad es consciente de ellos, y no deja de tenerlos en cuenta con el propósito de enderezarse. Eso demuestra un espíritu fuerte y decidido. Y realmente lo tenía. Cuando ves su cara sonriente en la portada y después lees sobre ella y descubres que es una chica alegre, positiva, muy fuerte por dentro, con sus metas y sueños tan perfilados, con sus sentimientos tan trabajados y analizados, con su fe tan intacta... Te da verdadera rabia que pereciera en la guerra, que todos sus propósitos y toda su fuerza vital se diluyesen en un destino tan terrible...

Aunque Ana Frank era una chiquilla de trece-quince años, lo cierto es que me he sentido muy cerca de ella. Había pensamientos suyos con los que me sentía identificada o que compartía. Como por ejemplo que una madre y un padre tienen que hacer algo más que cubrir las necesidades materiales y básicas. Que tienen que ser una inspiración para sus hijos; ser referentes intelectuales y espirituales. O todos su deseos y sus sentimientos respecto al amor no declarado; esa etapa en la que nada está perfilado, pero todo queda dicho en el aire... O la paz inherente a la naturaleza, su grandeza inigualable y su capacidad para sanar la mente y el alma.

La verdad es que para mí Ana Frank ha sido una inspiración. No puedo evitar mirar al cielo y acordarme de sus palabras, que dicen que alguien que cuando mira al cielo se siente puro por dentro sabe que será feliz... Algún día. Bonitas palabras, ¿verdad?

Se podría decir que para mí ha sido uno de esos libros que te sacuden por dentro.


Lizzie Villkatt



[X] CITAS:

#1|  A la gente no se la conoce bien hasta que no se ha tenido una verdadera pelea con ella. Solo entonces puede juzgar uno el carácter que tienen.

#2|   Por las noches, cuando me pongo a repensar los múltiples pecados y defectos que se me atribuyen, la gran masa de cosas que debo considerar me confunde de tal manera que o bien me echo a reír, o bien a llorar, según cómo esté de humor. Y entonces me duermo con la extraña sensación de querer otra cosa de la que soy, o de ser otra cosa de la que quiero, o quizá también hacer otra cosa de la que quiero o soy.

#3|  Los domingos reina aquí una atmósfera deprimente, aletargada, pesada; fuera no se oye a ningún pájaro; un silencio sofocante y de muerte lo envuelve todo, y esa pesadez se aferra a mí como si quisiera arrastrarme hasta los infiernos. Deambulo por las habitaciones, bajando y subiendo las escaleras, y me da la sensación de ser un pájaro enjaulado al que le han arrancado las alas violentamente, y que en la más absoluta penumbra choca contra los barrotes de su estrecha jaula al querer volar. Oigo una vez dentro de mí que me grita <<¡Sal fuera, al aire, a reír!>>. Ya ni le contesto; me tumbo en uno de lo divanes y duermo para acortar el tiempo, el silencio, y también el miedo atroz, ya que es imposible matarlos.

#4|  El ser humano puede sentirse solo a pesar del amor de muchos, porque para nadie es realmente el <<más querido>>.

#5|  ¿Serías capaz de decirme por qué todo el mundo esconde con tanto recelo lo que tiene dentro? ¿Por qué será que cuando estoy en compañía me comporto de manera tan distinta de como debería hacerlo? ¿Por qué las personas se tienen tan oca confianza? Sí, ya sé, algún motivo habrá, pero a veces me parece muy feo que en ninguna parte, aún entre los seres más queridos, una encuentre tan poca confianza.