lunes, 25 de marzo de 2013

LAS HORAS


Puntuación: ☆☆☆


La novela combina las historias de tres mujeres distintas que viven en épocas diferentes. Por un lado tenemos a Virginia Woolf y el transcurso de su rutina diaria en la época en la que escribiera su novela La señora Dalloway (allá por 1923). Por otro, tenemos a Clarissa Vaughan, una mujer madura de nuestro siglo a la que su amigo más íntimo llama la señora Dalloway. Y por último está Laura Brown interpretando el papel de esposa tradicional y hogareña, en los años 50.
La novela arranca presentándonos a tres personajes totalmente independientes. Cada una vive en un espacio geográfico distinto, en una época irreconciliable, y sin embargo, se establecen paralelismos entre las tres. El principal hilo que las une es el impacto de la obra La señora Dalloway en sus vidas. De manera distinta, en mayor o menor intensidad, esta obra tiene un hueco en la vida de las tres.
El autor escoge un límite de tiempo muy reducido para reflejar la profundidad e intensidad de toda una vida: un día. La obra transcurre en un solo día en todos los casos. Aún me sorprendo al pensar en su magnífico logro cuando ha sido capaz de revelarnos el sentido de no una, sino de tres vidas enteras, en el periodo de un día de cada una de las protagonistas.
Y ni hablar de su valor a la hora de atreverse a convertirse en el eco de los pensamientos de Virginia Woolf, cosa que hace de manera brillante y creíble. Una tiene la sensación de estar espiando sus secretos, sus miedos, sus ideas, sus deseos e inquietudes...
Tal y como dije, una de las tramas del libro se basa en el tiempo de escritura de La Señora Dalloway. El autor nos retrata el germen de la idea... Un sueño. El cómo un sueño le da el empuje que necesita Virginia para comenzar una nueva novela... Y nos presenta sus fuentes de inspiración, que no son más que la reflexión de elementos corrientes que conforman su vida, de experiencias pequeñas que ella convierte en grandes ideas. A través de la visión de Virginia podemos atisbar la complejidad que puede tener un día normal y corriente... La intensidad con que se puede percibir la rutina. Creo que ese es uno de los aspectos más peculiares y encantadores del libro... La trascendencia de su mensaje no reside en acciones importantes o sucesos extraordinarios. Por el contrario, se esconde en pequeños gestos al alcance de todos nosotros... Y se arropa de pensamientos que rescatan el pasado, ese lugar que existe en la mente de cada uno y al que a todos nos gusta vivir por un momento de vez en cuando... De hecho, creo que el título del libro guarda relación con esto. Es decir, nuestra vida se puede medir de muchas formas, una de ellas: las horas. Las horas, el tiempo; aquello que existió antes de nuestra existencia y que seguirá existiendo cuando ya no estemos. Las horas: aquello que ordena nuestras experiencias. Aquel lienzo en blanco en que invertimos decisiones. Las horas: aquello de lo que todos disponemos... Un trozo de plastilina virgen que cada uno de nosotros podemos transformar. Algunas de esas transformaciones pueden asociarse con obras de arte: aquellos minutos perdidos en el pasado y que un presente insípido se pueden tornar más fascinantes de lo que en realidad eran...
Muchos de los personajes de esta novela encuentran coraje para afrontar su día a día en la promesa caducada del pasado. Especialmente, Clarissa Vaughan. En un solo día dedica múltiples pensamientos a su juventud... Dónde toda senda se abría a sus píes, donde toda oportunidad que deseara podía convertirse en un camino que seguir. Donde experimentó el momento más perfecto de su vida, según reconoce. Y tal y como ella reflexiona, fue el momento perfecto no por lo que ocurrió, sino por la promesa que encarnaba. Al parecer, el momento más delicioso para Clarissa Vaughan es aquel en el que nos encontramos en una encrucijada, sopesando los largos y serpenteantes brazos del futuro. Aquel en que somos jóvenes y el tiempo parece demasiado denso aún como para tener intervalo para sembrar errores en el camino y detenernos a rectificarlos... No da tanto miedo escoger, porque quedan muchas horas por delante, y el tiempo significa nuevos caminos que explorar... Pero según pasan los años, esos caminos se cercan con setos que forman laberintos... Y un buen día las salidas menguan... Y puedes quedarte atrapada en una mala elección, sin saber reconducir tus pasos para salir a campo abierto. Porque ya es demasiado tarde. Demasiadas paredes vegetales te cierran el paso.
En este punto se encuentra la tercera protagonista: Laura Brown. A pesar del afecto que siente por su familia, un esposo e hijo que la aman y necesitan, ella encuentra agotador enfrentarse a esa vida. Siente un vacío en su interior, una agotamiento continuo y que tiene en un equilibrio precario su cordura. Está insatisfecha con lo que la vida ha tenido para ofrecerle; duda de sus elecciones de juventud. Siente que derrocha su paso por el mundo. Es como un espectador sin ninguna implicación emocional de su propia vida. Es infeliz, porque no encuentra la manera de fusionarse con su yo del presente. De alguna manera, tiene un yo fantasioso, uno que no tiene la responsabilidad de una familia, uno atrapado en una hora eterna en la que puede optar por la decisión que más le complazca sin que ningún compromiso emocional la ate a nada... Una yo fantasiosa tan sola como libre... Libre de huir, libre de olvidar, libre de morir.
Y llegamos a uno de los temas más destacables de la novela: el retrato de la muerte, la fascinación por la misma.
La muerte no se presenta como algo a lo que temer, como algo oscuro. Los personajes piensan en ella como en un reposo pacífico, como un remanso de calma donde plantar a sus demonios. Y acuden a su encuentro de buena voluntad. Su vida actual no pone freno a sus deseos e intenciones; las horas que promete el futuro no son lastre suficiente para anclarlos a la vida. El suicidio es un resplandor final que más que cubrirlos con frío los envuelve en un calor de perfección.
Por otro lado, otro tema recurrente es la homosexualidad, la experimentación sexual... Hay un notorio contraste, sobre todo en los casos de la señora Woolf y la señora Brown, en la pulcritud y decencia que exige su época y sus circunstancias vitales y el fuego que se enciende en ellas en respuesta a un contacto inocente, uno que solo un cosquilleo interno y pensamientos ardorosos pueden pervertir.
En el caso de Clarissa, tenemos constancia de un triángulo amoroso. Justamente emplazado en los mejores momentos de su vida... Aunque finalmente vive su bisexualidad en una relación formal con Sally, aún mantiene una estrecha relación con su amigo más íntimo, que es a la misma vez su ex-amante, Richard.
Richard es uno de los personajes más fascinantes. Es mi favorito. Richard es un escritor, especializado en poesía, que está enfermo de sida. La persona que más le atiende y le cuida es Clarissa, que no ha dejado de brindarle su amistad y apoyo durante toda su vida. A pesar del tiempo y de los caminos que han definido sus vidas, Clarissa no puede evitar que una parte de sí misma reviva el pasado, el cual tiene en un pedestal que ningún futuro posible puede igualar. Como elemento más importante de su pasado está Richard, y por consiguiente, tiene a su amigo idealizado ; para ella encarna un lado tan maravilloso como inexplorado de su vida.
Richard es una persona muy inteligente y sensible. Un persona muy especial. Y como tal, es descrito de una manera compleja: lo conocemos a través de los recuerdos de Clarissa, a través del concepto de aquellos que lo conocieron, a través de su pasado y de sus palabras, las cuales muchas veces son desvaríos de una mente enferma. A pesar de que en principio no se nos es presentado como uno de los protagonistas al mismo nivel que las tres mujeres, su carácter carismático y extraño lo hacen sobresalir por propio mérito. Aunque, por si eso no fuera suficiente, su presencia en la historia se subraya argumentalmente, ya que Richard es una especie de clave que sirve para que las tres historias independientes cobren un sentido conjunto y otorguen a la novela una perspectiva múltiple y compleja. A través de Richard podremos juzgar a personajes que ya conocíamos de manera distinta, a una nueva luz... Incluso podemos adoptar sentimientos contradictorios contra algunos personajes con los que habíamos empatizado.
Al fin y al cabo, Cunningham logra que experimentemos la sensación de conocer a alguien íntima y enteramente. Logra suscitar las contradicciones a las que a veces nos someten nuestros amigos... Aquellas veces en las que podemos llegar a odiarlos tanto como los amamos. Porque las personas somos imperfectas.


PUNTOS POSITIVOS:
  • Nos presenta a los personajes de manera natural, buscando nuestra empatía (y encontrándola), pero no obligarnos a serles leales. No deja la reputación de ningún personaje sin mácula; nos los presenta tal cual son, con todas las deformaciones de sus almas, y nos ayuda a adoptar una actitud objetiva hacia ellos. De alguna manera logra a la misma vez imbuirnos en el universo de sus protagonistas pero no nos encarcela a él: somos libres de alejarnos y adoptar una perspectiva menos amistosa.
  • La narrativa es preciosa, sembrada de reflexiones profundas e interesantes no esencialmente atadas a la historia. Una puede encontrarse a sí misma en esos párrafos; es la manera más intensa en que nos atamos a la historia y los devenires de los personajes.
  • La complejidad que se esconde tras la sencillez. Me ha encantado el modo en que Cunningham hace que una acción rutinaria e insípida puede ser motivada por motivos complicados... Como por ejemplo: distraerse de la insatisfacción, plantearse un nuevo reto, marcarse una pequeña victoria que te de entusiasmo para encarar el mañana...
  • El modo en que todas las historias convergen dotando a la novela de una nueva profundidad.
  • El vocabulario tan rico y variado. Realmente he aprendido nuevas palabras con esta lectura.


PUNTOS NO TAN POSTIVOS:
  • Creo que al libro le falta un toque de esperanza. El mensaje final resulta muy deprimente, ya que en realidad no hay un final. Suceden cosas que impactan en la normalidad de la rutina... Pero no traen cambios: los personajes permanecen en su eterna desazón, sin energía ni valor para luchar contra la decepción.
  • Falta fuerza en la mayoría de los personajes. Parecen arrastrados por una corriente de mediocridad donde se dedican a dejarse llevar, sin ser realmente un personaje activo en su propia vida. Algunos están muy acomodados. Creo que por eso me gustaba tanto Richard: aunque era el personaje más inválido de la novela, tenía una fuerza que ni el más saludable podía aspirar a poseer. Aunque estaba enfermo, en cierto modo seguía teniendo dominio sobre su vida... Incluso para escoger su final.


CONCLUSIÓN:
Es una novela indiscutiblemente interesante. La forma de plantear la trama, el propio argumento, la manera de abordar los personajes, éstos mismos... Todo resulta bastante inusual y extraordinario. A diferencia de la mayoría de las novelas, en ésta los personajes no tienen aventuras que vivir. En esta novela, los personajes son el producto de sus experiencias y ya han dejado atrás la capacidad para mutar y renacer con nuevas expectativas y oportunidades.
Altamente recomendable.

Lizzie Villkatt


PUNTUACIÓN:
8


UNAS CITAS...
#1
"¿No era, en realidad, otra presunción poética, la idea que Richard tenía de ella? No había sido una pelea seria ni espectacular, sino tan solo una riña en una esquina -no pensaron, ni siquiera entonces, que se hubiese producido un grave quebranto para su amistad-, y sin embargo, ahora, cuando mira atrás, parece definitivo; parece como el momento en que concluyó un futuro posible y empezó uno nuevo."


#2
"La invade una ola de sentimiento, un oleaje, que le brota por debajo del pecho y la sostiene, la mantiene a flote suavemente, como si fuera una criatura marina recuperada por el agua de la arena donde ha quedado varada; como si hubiera sido devuelta desde un reino de gravedad aplastante a su verdadero hábitat, la succión y la espesura del agua salada, ese esplendor ingrávido."


viernes, 15 de marzo de 2013

DESPIERTOS A MEDIANOCHE


Puntuación: ☆☆




La novela nos sitúa en plena época de la Regencia, en una mansión campestre inglesa. El propietario es el marqués de Langston, Matthew Davenport, que convoca una reunión en su propiedad con el propósito de elegir a una esposa heredera entre sus invitadas. La razón de que no vaya de caza directamente a Londres es simplemente la actividad constante que le ocupa una promesa que hizo a su difunto padre: encontrar el dinero que escondió en el jardín de la propiedad junto con casarse en un plazo determinado para asegurar la preservación del linaje.
En estas circunstancias conoce a la humilde señorita Sarah Moorehouse, que no se encuentra entre las candidatas, ya que su presencia se debe a que es acompañante de su viuda hermana Carolyn.
Sarah Moorehouse se aleja mucho del patrón de perfección requerido por la sociedad inglesa, tanto física como psicológicamente. La gente la suele señalar como a una “solterona poco agraciada”. Su misma madre jamás le ha permitido engañarse sobre su aspecto. Por tanto, Sarah tiene asumido que no es guapa y ha aprendido a manejarlo sin ningún tipo de amargura. En cambio, es una joven optimista, bondadosa y de corazón tierno y compasivo. Ayuda a quien lo necesita desinteresadamente, y siente un gran amor por su hermana y por sus amigas. Además, es franca y natural. Y estas cualidades, tan peculiares en las mujeres del círculo social de Matthew, harán que se obsesione por ella.
Por otro lado, Matthew demuestra ser un joven ocurrente y atento, además de enigmático. Y no solo refiriéndonos a sus excavaciones nocturnas en el jardín. Hay un brillo triste en sus ojos que empaña toda la serenidad que irradia su expresión. Además, el fascinante físico de Matthew también aturdirá a Sarah que, inocente e inexperta, se sentirá seducida por el deleite que supone el cuerpo de él a la desarrollada sensibilidad estética que tiene siendo la artista que es. Una artista realmente talentosa, por cierto.
Poco a poco, ambos compartirán reuniones informales e imprevistas cada vez más numerosas y que los dos disfrutarán por igual, aunque siempre a la sombra de la convicción de que nada romántico puede salir de ahí. Para autoconvencerse, ambos justificarán su mutuo interés con el enigma que suponen el uno para el otro y con su deseo de desenmascarar sus secretos.
Mi impresión personal es que es una novela tierna y diferente. La trama resulta bastante innovadora, y también el tipo de protagonistas que la protagonizan. Ni Sarah es una belleza de alta alcurnia, ni Matthew es un atractivo aristócrata común.
Ambos se parecen entre ellos muchos más de lo que sospechan, y compartirán un montón de emociones con las cuales se habían sentido solos. Los dos han tenido experiencias amargas, y las han convertido en un martirio omnipresente. Pero el perdón que necesitarán será un corazón comprensivo y una fortaleza que sumar a la suya propia.


PUNTOS POSITIVOS:
  • El sentido del humor presente en toda la obra y que logra su propósito de divertirnos.
  • Danforth, el perro de Matthew. La verdad es que su presencia enriquece muchísimo la historia, ya que le añade un toque de comicidad y ternura encantador. Lo cierto es que acabé muy encariñada con el animalito y su manía se sentarse sobre el calzado de la gente :). Además es un perro endiabladamente listo.
  • Las escenas de baño. Sobre todo la primera de todas... Realmente ese pasaje del libro es, sin lugar a dudas, el mejor. Me divirtió mucho. Cuando leáis el libro sabréis a que me refiero ;).
  • El final. El modo en que la autora resuelve la relación de ambos. Justo a tiempo de arruinar el ideal del amor... También entenderéis que quier decir si leéis el libro ;).


PUNTOS NO TAN POSITIVOS:
  • El aislamiento de los protagonistas. He echado de menos que los dos se relacionaran más con su entorno, con sus amigos. La verdad que las reuniones de la Sociedad Literaria de Damas Londinenses eran de los tramos más divertidos de la novela, así como las aventuras que llevaban a cabo... Pero me han sabido a poco :/.
  • La narrativa de la autora. No me ha terminado de convencer... He detectado demasiadas frases cliché en su estilo... Hubiera deseado una narrativa más personalizada. Tal vez por eso no ha tocado mi fibra sensible, no lo sé. Lo cierto es que no me ha calado hondo.


CONCLUSIÓN:
Es mi primera experiencia con esta autora, y pese a todo, mi opinión final es positiva.
Esta novela es el inicio de una saga prometedora. Seguramente Jacquie D'Alessandro seguirá deleitándonos con argumentos imaginativos y conversaciones ingeniosas y entretenidas, tal y como ha hecho en esta novela. Sin olvidar el toque te ternura que ensalza el amor como el sentimiento más hermoso y valioso.
Una lectura ágil, entretenida y de buen regusto.

Lizzie Villkatt


UNAS CITAS:
#1
-Pero no es justo. Usted no sabía que yo le observaba mientras se bañaba.
-No. -Una sonrisa diabólica le curvó los labios-. Si hubiera sabido que tenía público, habría hecho que el espectáculo fuera más divertido. -Le rozó la pierna con la yema del dedo, dejándola sin aire y provocándole una oleada de escalofríos-. Tú ya has visto mi función, Sarah. Es justo que yo vea la tuya.


#2
Su mente, su corazón y su cuerpo doliente suplicaban más.
Pero, ¿se atrevería a pedirlo?
Si le decía que sí, ¿lamentaría su decisión por la mañana? Tal vez. Pero en su corazón sabía que lamentaría más perder esa oportunidad que nunca había soñado tener.

miércoles, 13 de marzo de 2013

ÁNGEL NEGRO


Puntuación: ☆☆☆☆☆




SINOPSIS:
Tras aquel atractivo mundo de lujo, ostentación y fastuosidad, un siniestro entramado de crueles frustraciones e inconfesables vicios acechaba a Heaven Leigh, una joven de diecisiete años enfrentada a un laberinto de pasiones...




OPINIÓN PERSONAL:
Éste es el segundo libro de la saga Casteel. Por tanto, nos volvemos a reencontrar con muchos de los personajes que conformaron la primera novela... Y conocemos a nuevos personajes, algunos odiosos y otros adorables. Y, por supuesto, somos testigos de la evolución de Heaven Leigh Casteel, la protagonista por excelencia.
La primera parte del libro versa sobre la llegada de Heaven a Boston. Allí espera vivir con sus abuelos. Sin embargo, nada es como ella soñaba: su abuela es una mujer fría y vanidosa y su única preocupación es retener la belleza de la juventud. Su abuelo, no es sino el segundo marido de su abuela, un hombre veinte años más joven que ésta. Ambos están dispuestos a dispensar a Heaven todas las riquezas que requieran su cuidado y felicidad... Sin imaginar que lo que de verdad la habría contentado es formar junto a ellos una familia unida y feliz.
La primera impresión de la llegada de Heaven al tipo de ambiente descrito, es tanto para ella misma como para el lector, desoladora. Pese a lo mucho que puede manchar la impresión de ella que pudiera tener su abuelo (el único que realmente parece estar capacitado para ayudarla en su propósito de labrarse un futuro mediante el estudio, ya que su abuela no se interesa por nada más que por ella misma), Heaven decide ser honesta con sus orígenes, deseando basar su relación con sus "abuelo" (o protector de sus intereses, más bien) en un punto de partida sincero. Por supuesto, hay detalles que oculta, aunque le transmite la esencia miserable de su existencia. El marido de su abuela, Tony, se compromete a ayudarla pero bajo unas condiciones muy estrictas y autoritarias. Y ésto nos hace preguntarnos hasta qué punto puede esclavizarnos la necesidad, la pobreza... Y nos hace tener una opinión poco favorable de Tony.
Tony es un personaje con muchos matices. Su inteligencia y su talento para tenerlo todo bajo control lo hacen ver admirable; sin embargo, hay una frialdad en él, una intensidad ambigua en su mirada que hacen que siempre estés alerta ante él... No es una persona confiable que digamos. Da la impresión de que una no puede relajarse a su lado.
Tony tiene un hermano, Troy, y su personaje es una de las mayores riquezas y atractivos de la novela, sin lugar a dudas. Es realmente brillante.
Troy es un joven muy inteligente; es la joya de la empresa familiar Tatterton. Tatterton se dedica a fabricar juguetes; pero no cualquier clase de juguetes: son juguetes únicos, lujosos y diseñados al detalle con materiales caros y delicados. Y son juguetes de una amplia variedad: para niños, para jóvenes, adultos... Juguetes que ponen a prueba la creatividad, la inteligencia, el ingenio, la sensibilidad estética, etc. de quienes los compran. Y las ocurrencias más innovadoras y rentables provienen de la mente de Troy.
Él es un joven peculiar: se graduó en la universidad a los dieciocho años y ha viajado tanto en sus veintitrés años como una persona pudiente viaja en toda su vida. Troy experimenta un vacío existencial complejo; no encuentra nada que lo fascine. Todo cuanto le puede ofrecer la realidad le defrauda; solo siente colmado sus deseos de belleza y fascinación mediante su imaginación... Así, vive recluido del mundo en una cabaña de cuento de hadas. Trata de distraer sus devastadores pensamientos mediante un trabajo continuo y absorbente. La infelicidad proviene de sí mismo, y él lo tiene asumido. Sus ojos siempre tienen un brillo triste, pero su ánimo es extrañamente dulce y suave, en contradicción con el infierno que arrecia dentro de él. Porque él es un joven resignado... Ha aceptado una muerte prematura y vive cada día esperando que sea el último... Esta suspendido eternamente en una nube de incertidumbre. Tiene la postura de alguien que a aceptado su final y no le importa... Ha vivido siempre tan protegido... Nunca el mal le ha alcanzado de manera externa Y supongo que todos necesitamos demonios que combatir para ser fuertes. Supongo que esa cualidad de supervivencia trata de despertar en él, y a falta de penalidades exteriores que acechen su vida, los demonios surgen de su mismo interior... Queriendo enseñarle fortaleza. Sin embargo, él no ha aprendido a luchar... Siempre se ha dedicado a dejarse cuidar.
Y será por ello que admire tanto a Heaven, que encuentre en ella una mitad complementaria. Heaven es una luchadora, una superviviente. E interpreta su existencia como una de las cosas más maravillosas que ha creado el mundo. Porque Heaven está moldeada por la faceta más cruel del mundo... Un lado que él ha desconocido toda su vida. Por tanto, para Troy supondrá una nueva clase de belleza inexplorada. Y no se le hará difícil amarla.
Troy es un personaje extremadamente romántico e idealista. Su sensibilidad, su comprensión profunda de la vida, su fachada calmada en contraste con la tormenta que se desarrolla en su interior, su extremada pasión, su lado honesto, su expresividad... Todo contribuye a que sea un personaje inolvidable e imborrable. Un candidato idóneo para formar parte de la eternidad. Parece recluido en un bucle temporal y espacial, como si fuera una criatura demasiado perfecta para encajar en el mundo que lo ha dado a luz... Además, su personaje tiene un brillo sombrío y antiguo que recuerda a los carismáticos e inmortales personajes masculinos retratados en las novelas de las Brontë... Al maldecido y ermitaño Heathcliff, al solitario, insatisfecho e inteligente Rochester... Tiene la misma fuerza y poder que esos protagonistas... De un modo más sensible y poético. Cada uno a su manera, pero dejan una huella profunda. (Qué sí, que encaja a la perfección en mi ideal de héroe romántico. Me enamoré de él).
Volviendo a Heaven, digamos que ella se sumerge en el presente, pero sin perder jamás la perspectiva de su pasado. Su felicidad se sustenta en Troy, y sus esfuerzos de concentran en el estudio. Para ella cursar la Universidad es, por un lado, serle fiel a sus sueños de infancia, y por otro, limpiar el apellido de su familia: quiere borrar de la mente de todos cuanto la conocieron siendo pobre la imagen de esa desastrosa familia venida a menos. Quiere paliar sus burlas y desprecios. Quiere restregarles su superioridad. Quiere demostrar de lo que es capaz. También a su padre, de quien tiene un amargo recuerdo.
Puede que esta faceta vengativa y retorcida de Heaven impacte, pero es comprensible. Heaven en su esencia es una joven dulce, enérgica, luchadora, fuerte y amorosa a quien las circunstancias le han dotado de una vena hostil. Si hubiera recibido más comprensión y sensibilidad del mundo, ella podría sonreír a su buena suerte y hacer las paces con el pasado, relegándolo a lejanas pesadillas. Sin embargo, el mundo se ensañó con ella; incluso experimentó rechazo de la familia que le debería haber apoyado, tal y como se ve en el primer libro. La incapacidad de liberarse de todo eso, el estar encerrada en la precariedad sin más opción que tragarse su grito de rebeldía, ha hecho que un fuego devastador se haya encendido en su pecho, haciéndose más y más grande según el silencio y la impotencia le imposibilitaban sacarlo fuera de sí. Ahora, semillas de venganza han germinado con éxito y el fuego que ha nacido de ahí es demasiado poderoso para que unas circunstancias benignas lo apaguen. Necesita enfrentarse a su pasado. No puede apartarlo de su futuro. Aún cuando tiene todo al alcance de la mano: una habitación de princesa, una plaza en el mejor de los colegios femeninos, el respaldo de una familia respetada y tanto dinero que no sabría en qué gastarlo, ella no puede simplemente agradecer el presente. Ella se prepara en calma para una guerra sangrienta con su pasado. Y con aquel padre que no supo amarla.
Heaven Leigh es uno de los personajes más fascinantes sobre los que jamás he leído. Simplemente la adoro. Admiro lo fuerte que es, lo luchadora que es, lo inteligente y generosa que es; incluso me gusta ese lado oscuro que tiene, ese demonio que convive con el ángel que hay en ella. Me admira que, pese a todas las desgracias que han ensombrecido el horizonte de su vida, aún crea que la vida merece la pena y luche por sobrevivir a cada día, cogiendo fuerza de sus sueños, los cuales sabemos que se harán realidad a juzgar por su férrea determinación. Heaven no es una triunfadora, pero es algo más importante: es una guerrera. Y por ello, aunque no gane todas sus batallas, sabemos que obtendrá una clase de recompensa interior... Nuevas fuerzas a las que echar mano. Por que Heaven es un personaje que ha aprendido a respirar en situaciones muy poco amistosas... Y sabe transformar esa mala energía en esperanza, propósitos y motivación. Ni siquiera las desgracias más descomunales logran derrotarla.
Aunque podría mencionar muchos más personajes y divagar párrafos y párrafos acerca de ellos, solo haré mención a uno más: Logan Stonewall.
En esta novela tenemos una aparición continua de Logan. Su mayor importancia no son sus actos, sino la imagen del pasado que supone para Heaven. Así como evoluciona el personaje de Heaven, el de Logan también lo hace. Ya no es tan bonachón, confiado y tierno como lo recordábamos... la decepción y el dolor lo han transformado. Esto lo advertimos sobre todo en el choque interior que experimenta Heaven cuando se cita con él ilusionada, esperando reconocer perdón y amor en los ojos de Logan... Pero él es más determinado y orgulloso de lo que esperaba... ¿Cuando el orgullo se antepone al amor puede hablarse de un sentimiento sincero? El orgullo es un guiño del amor propio... Si tu amor propio está por encima de tu amor por alguien... ¿Has amado de verdad?
El primer encuentro entre Heaven y Logan transforma todo el pasado a ojos de Heaven. Los recuerdos relucen a una nueva luz. Si hubieron lazos con el pasado que Heaven quería conservar, esos eran el amor de Logan. Pero tras romper con ese vínculo para siempre Heaven solo puede experimentar rabia y dolor hacia su pasado.
Lo cierto es que a mí Logan no me convence. Y jamás me ha convencido. Hay algo en él que me hace dudar de que sea digno de Heaven. Le percibo cierto aire de superioridad... Como si él hiciera siempre lo correcto. Tal vez por eso le cuesta tanto brindar su comprensión a los demás. Perdonar sus flaquezas. Es tan sólido que no parece que pueda amoldarse a las necesidades de los demás... Y sí, de acuerdo, es verdad que él ayudó a Heaven y a su familia cuando eran pobres. Pero también lo es que dio de lo que tenía. De lo que le sobraba. Por tanto, creo que no ha dado a Heaven nada realmente de valor. Vale que fue el primero de todos que tuvo el coraje de dar de lo que a él le sobraba, pero cuando Heaven solicitó algo que para ella significaba mucho más (su comprensión), él no le dio ninguna oportunidad... Me dolió en el alma ese rechazo por parte de él. No he podido perdonárselo todavía.
Por otro lado, me gustaría hablar del escenario de la novela. De la mansión Farthinggale Manor en especial. Me pareció el escenario ideal donde enterrar todas las historias prohibidas que encierran sus paredes: La casa enorme, de tantas habitaciones, reflejo del lujo, la riqueza, y la soledad; paisaje de pecados y trastornos; Teatro de marionetas donde cada uno asume su papel para una función de historias divergentes que se fusionan en un cuento de hadas insano e irreal... Los jardines de flores, el bosque que peinan las ráfagas salubres del cercano océano, la playa, la cabaña de fábula con sus flores trepadoras y su cálido interior; encerrándonos en un cápsula de perfección... El laberinto de setos... Los pasadizos secretos subterráneos que conectan varios edificios de la propiedad...
Un escenario realmente exquisito: tan bello como melancólico.
Me gustaría comentar la narrativa de la autora, que se debate entre la lírica, la sensibilidad extrema, la psicología y la filosofía. Tiene un estilo fino, claro y subjetivo. Sus palabras se transforman en sensaciones que nos alcanzan.
También advertiré del carácter ambiguo de la novela. Las primeras impresiones son patentemente más erradas que en otras novelas.. Nuestra opinión está sometida a una permanente mutación. Los giros de la novela trastocan nuestro criterio continuamente, siendo necesario llegar al final para ordenar todas las intensas impresiones recibidas y formarte una juicio sólido.
Y para terminar, diré que se aprecian muchos temas que subyacen del hilo central... Mediante varios personajes V.C. Andrews esboza distintos temas, como por ejemplo, el impacto de la muerte y las distintas maneras de superación. El abuelo de Heaven no puede aceptar la ausencia de su esposa y se autoconvence de que sigue junto a él hasta el punto de convocar una fantasía generalizada. Heaven, en contraste, experimenta tres muertes muy impactantes, pero la experiencia la ha dotado de una fortaleza excepcional y tiene sus ojos fijos en el futuro. Su manera de ver la vida es que el premio se halla al final del camino. Aunque ni ella misma sabe cuando dará por finalizado su recorrido.
Tal y como he dejado caer más atrás, Heaven es un personaje extremadamente complejo, lleno de contrastes... Tiene en sí misma el mismo grado de luz que de oscuridad. Su faceta angelical es tan influyente y poderoso como su lado demoníaco. El pasado miserable ha sembrado un rencor demasiado anclado en su interior... Y llevará acabo todos sus planes de venganza, aún cuando eso desate una desgracia más inmensa de la que es capaz de imaginar. De este modo, las sombras del pecado siguen extendiéndose sobre la sangre de la familia...
¿A cuántos infelices más alcanzará este insano ambiente sombrío de decadencia y desgracia?


CONCLUSIÓN:
Diría que es una novela extremadamente romántica e idílica pese a las imperfecciones (y hasta aberraciones) que germinan en los personajes que construyen la historia. Una de las causas del invariable tono oscuro de la novela es la búsqueda de perfección... Los personajes más desdichados son aquellos incapaces de aceptar la realidad. Siempre buscan cosas más allá de lo existente... Como la belleza eterna o el amor verdadero. No pueden alcanzar jamás lo último, ya que sus expectativas son demasiado idílicas para amoldarse a una realidad tangible. Y además de todo, un pasado tenebroso, un secreto inconfesable, dirigirá las vidas de varias generaciones... V.C. Andrews nos habla de una familia condenada por sus propios pecados. Por su extremado egoísmo.
Mi opinión definitiva es que es un libro intenso. No deja indiferente. Origina sentimientos encontrados y muy extremistas... El amor y el odio son las dos caras de una misma moneda. La pluma de esta autora nos hace viajar por una amplía gama de emociones. Y nos hace sentirlas con una intensidad sorprendente.
La novela es una canción con un continuo ritmo triste de trasfondo. Una canción que convocará nuestra sensibilidad y nos removerá por dentro.


Lizzie Villkatt


CITAS:
#1
-Dejaré insatisfechos algunos de tus deseos. Nadie debe hacer realidad enseguida todos sus sueños. Vivimos de sueños, ¿sabes? Y cuando no queda ninguno por realizar, no tardamos en morir.


#2
-Vamos, Heaven. Vamos dentro y hagamos frente a los dragones. Todos tenemos dragones que matar durante la mayor parte de nuestra vida; la mayoría de ellos los creamos en nuestra propia imaginación